Cada vez que deseamos invertir nos aparece la duda de si hacerlo en renta fija o en renta variable. En este post analizaremos qué son y las características propias de cada una. Además te contaré por cuál es mejor decidirse en función del horizonte temporal de tu meta financiera.
¿Qué es la renta fija?
La renta fija es el término que hace referencia a deuda que emiten los estados u organismos públicos y las empresas.
Funcionan de forma similar a la de los préstamos: el inversor al adquirir renta fija lo que hace es prestar un dinero con el objetivo de que, una vez finalizado el plazo, recuperar ese dinero más un extra (el interés) también previamente acordado. En sentido contrario, el emisor está obligado a realizar el pago en una cantidad y en un periodo previamente establecidos. En este tipo de inversiones se puede llegar a conocer los flujos de caja (cuánto dinero obtendrás en cada mensualidad o anualidad) que nos irá aportando la inversión, y por tanto obtenemos cierta seguridad.
Así, dentro de esta primera clasificación podríamos encontrar los siguientes tipos de renta fija:
- Bonos y Obligaciones Públicos: Son valores emitidos por el Tesoro a un plazo superior a dos años. Bonos y Obligaciones son iguales en todas sus características salvo el plazo, que en el caso de los Bonos oscila entre 2 y 5 años, mientras que en las Obligaciones es superior a 5 años.
- Pagarés de empresas: Son activos financieros de deuda que son valores “cupón cero” (no se cobra un interés periódico, sino que la rentabilidad que obtenemos deriva de la diferencia entre el precio de adquisición y el precio de reembolso del bono) emitidos al descuento y a corto plazo.
Junto a esta clasificación, se dan muchas otras. Una de las más interesantes es la que divide a los activos de renta fija según el riesgo del emisor. En esta clasificación, la renta fija se divide en función de la solvencia de las emisiones, que a su vez depende de la situación económica de la empresa que emite la deuda. Alguna de las empresas que realizan de forma independiente estas calificaciones son:
- Moody’s utiliza una escala entre Aaa (más solvente) y C (menos solvente).
- Standard & Poor’s y Fitch utilizan una escala entre AAA (más solvente) y D (menos solvente).
Riesgos asociados a la renta fija
Aunque se puede pensar que invertir en renta fija es totalmente seguro, esta es una creencia errónea. Cualquier tipo de producto financiero tiene riesgo, ya sea menor o mayor. En el caso de la renta fija, se pueden definir 3 tipos diferentes de riesgo:
- Riesgo de mercado: es posible que la cotización en los mercados financieros de nuestros activos de renta fija tenga un valor inferior al de compra. Esto se puede deber a variaciones en el tipo de interés de las circunstancias de mercado y de las condiciones económicas generales.
- Riesgo de liquidez: hace referencia a la situación en la que no existe contrapartida en el mercado, es decir, no podemos vender nuestro activo de renta fija.
- Riesgo de crédito: La posibilidad existente de que la entidad o empresa emisora no pague el montante principal o los intereses acordados.
¿Qué es la renta variable?
La renta variable es un tipo de inversión formada por todos aquellos activos financieros en los que la rentabilidad es incierta. Es decir, la rentabilidad no está garantizada tampoco la devolución del capital invertido ni la rentabilidad del activo. Al contrario de lo que ocurre con la renta fija, en el caso de invertir en renta variable no podemos conocer los flujos de caja que nos aportarán, teniendo un riesgo más elevado.
Tipos de renta variable
Existe una gran cantidad de activos de renta variable, aún así, los más importantes son los siguientes:
- Materias primas: Como el gas natural o el petróleo.
- Divisas: intercambio de monedas de distintos países en el mercado. Ej.: Dólar y Euro
- Acciones: Las acciones son las partes iguales en las que se divide el capital social de una sociedad anónima y que se intercambian en el mercado. Ej.: Las acciones de una empresa.
- Índices bursátiles: es un índice de referencia que se forma con un conjunto de valores cotizados en una bolsa de valores. Ej.: IPC o S&P 500.
ETF´s: Hace referencia a los fondos cotizados que son un vehículo de inversión cuya política busca replicar el comportamiento de los activos que componen un índice bursátil.
Riesgos asociados a la renta variable
Es cierto que los activos de renta variable suelen tener un rendimiento mayor que los de renta fija. Sin embargo, también tienen mayores riesgos. Los principales riesgos que acarrea la renta variable son:
- Las acciones no tienen una rentabilidad determinada y, en la mayoría de los casos, ni siquiera predecible. Vuelve a aparecer el concepto de volatilidad.
- Las rentabilidades obtenidas por una acción en el pasado no garantizan que se vayan a mantener en el futuro. Nunca se va a tener claro cómo va a influir en los próximos días o meses la oferta y la demanda en el mercado.
Cuál es para mi?
Ambos tipos de renta son útiles para que alcances tus metas. Sin embargo, una será más útil que la otra en virtud de las características concretas de tus objetivos. Lo fundamental es que consigas tus metas en el tiempo fijado y por ello, nos basamos en el horizonte temporal de estas.
Una importante diferencia entre la renta fija y la variable es la volatilidad (variabilidad de las rentabilidades que se pueden obtener) que tiene cada una. Mientras que la renta variable es muy volátil, pero también está asociada a mayores rentabilidades, la renta fija es menos volátil, pero a cambio genera unas posibles rentabilidades menores.
Si tu objetivo es a corto plazo, la recomendación es activos de renta fija dado que, aunque no tienen una elevada rentabilidad, nos aseguran un resultado cierto al tener escasa volatilidad tanto a corto como a largo plazo y tratamos así evitar pérdidas innecesarias. Sin embargo, si se plantean objetivos a medio o largo plazo, se incluirán productos de renta variable pues hay tiempo de sobra para compensar posibles caídas durante el camino y así aspirar a mayores rentabilidades.
Estas listo para una asesoría?